Derrota en tu boca.

Tu boca, tu boca…
mi roca, mi roca…

Encontré mi derrota en tu boca,
Se hablando en tu boca mi roca.

Ah!

Tu boca, provoca.
Mi roca, sofoca.

Arde mi derrota, mi roca.
Se endurece tu boca, mi derrota.

Sus ropas.

Sangro las ropas que vestían lo irreal. Tiño de flores su ejercito descalzo. Hizo que el cielo azul cerrara sus pestañas, y que la oscuridad pinte la habitación.

El era un día gris hermoso y destructor; ella la niña dueña de nuestra canción, hacia que abracen sus pecados en la noche, y que la duerman cuando estalle la emoción. Camino la nada, rumbo al desamor, escapo hacia dentro. Despertó la ira de los tiempos. Sus ropas visten lo irreal, se desarman, clavan el mirar de tus ojos. Arman el final de los días, te desvisten .

Tiño las ropas de su ejercito irreal. Sangro las flores que vestían los descalzos. Quizo que el cielo no gritara su color, y que la luz brille desnuda en la canción.

Ruego que esto sea un sueño y que al volver, desarmes esta bomba de los mundos, este corazón en partes,



en partes...





en partes...